
La vista, pautada para comenzar a las 9 de la mañana, se llevará a cabo en la Sala A, Salón Núm. 404, Tribunal Superior de Aguadilla, 70 Calle Progreso al lado del Coliseo Luis T. Díaz en Aguadilla. Foto Jose Maldonado / www.miprv.com
Por Teresita Heydrich Blanco
Especial para Miprv.com
En un país económica y políticamente colapsado como lo es Puerto Rico que lleva una década inmerso en una depresión económica de gran magnitud, su viabilidad para subsistir depende mayormente de los recursos naturales con los que cuenta.
“Tenemos costas, biodiversidad, y una serie de atributos naturales que nos mantienen viables ante una economía colapsada”, explica el profesor Arturo Massol, de la organización Casa Pueblo, en Adjuntas.
Pero precisamente de esta ventaja, surge también uno de los mayores retos de la Isla, asegura el profesor.
“El país tiene que mantener la viabilidad de nuestra plataforma geográfica. Estamos observando instituciones de gobierno que se supone fiscalicen los asuntos ambientales y, por el contrario, se encuentran debilitadas, sin verdadero poder y que incumplen con su responsabilidad, con una definición de desarrollo basada en modelos a corto plazo, que no necesariamente son significado de progreso. Por su coyuntura económica existe un grave riesgo de que compliquemos el panorama comprometiendo unos recursos naturales que son críticos”, explica.
Es fundamental mantener el alto valor ecológico y agrícola de nuestra tierra, y no comprometer todo lo que produce, porque de ahí radica su potencial de alimentar, dice Massol.
“Delegarlo todo al gobierno tampoco garantiza nada. Cada vez, la responsabilidad debe recaer más en el pueblo. Es otro desafío, que todos asumamos el rol de valorar, proteger y defender los recursos naturales”, sostuvo.
El biólogo añadió que cada vez son más las comunidades que están asumiendo esa responsabilidad, y destacó las varias controversias suscitadas por la alteración al estado natural del Bosque Seco de Guánica, la lucha contra la incineradora de Arecibo y las responsabilidades ambientales asumidas en el depósito de cenizas en Peñuelas.
“Históricamente estas protestas por parte de la ciudadanía siempre se han dado, lo que sucede es que nos encontramos en una coyuntura en la que mientras el Papa (Francisco) reconoce la importancia de defender el medioambiente, aquí se criminaliza a aquellos que lo defienden. Y es que cuando se defiende un recurso natural, surgen amenazas a unos intereses particulares, tanto políticos como económicos, los cuales operan en otro nivel de ética que puede ser distinto al correcto. Ahí afloran los conflictos y malas propuestas. Por ello, les toca a las comunidades defender su espacio. Es lo que hacen todas las especies, defender su territorio, ya que si se deteriora el ambiente se deteriora la calidad de vida”, expuso.
Este 22 de abril, Casa Pueblo de Adjuntas también celebra 37 años de auto gestión comunitaria “con mucho orgullo”, describe uno de los miembros de su familia fundadora.
“Defendiendo nuestros recursos naturales con compromisos que rebasan creencias, ya que las aguas y los bosques son patrimonio de todos”, dijo.
Hace cinco años recibieron el Premio Medioambiental Goldman, que se concede anualmente como recompensa a los defensores de la naturaleza y el medioambiente.
“Son luchas planetarias, cuando se defienden los bosques, la calidad del aire y el agua, las luchas son por la humanidad. Celebraremos reconociendo a todas estas personas que, en la práctica, abrazan los recursos naturales de forma consecuente”, expresó Massol.
El ambiente es responsabilidad de todos
Para Jessica Seiglie, cofundadora de la organización Basura Cero, el asunto del desafío medioambiental va más allá, y llega a abarcar la propia psiquis del individuo.
En otras palabras, Seiglie insta a la necesidad urgente de modificar pensamientos y puntos de vista para asumir que la protección del medioambiente es responsabilidad de todos. Mientras esta visión no exista, continuarán unos pocos implicados asumiendo los retos, y al resto, les dará igual la causa.
Una causa que, según ella, “no corresponde únicamente a los ambientalistas. Eso se ha olvidado. Todos los seres humanos tienen un impacto en la lucha ambiental, a nivel social. El vínculo entre el medioambiente y el ser humano es enorme. Hemos olvidado que comemos y nos hidratamos gracias al medioambiente, siendo este el que nos brinda vida y salud, no importa a qué profesión se pertenezca, todos dependemos de la naturaleza para subsistir”.
Para la cofundadora de Basura Cero, el problema de la acumulación de residuos sólidos, que es constantemente denunciado, tiene una causa común, el comportamiento humano.
“Somos los humanos los que producimos la basura. Somos nosotros mismos los que la generamos. Y seguimos produciéndola como si se tuviese la capacidad de seguir creando más vertederos, o pensando que los incineradores resolverán el problema, sin medir las consecuencias que puedan acarrear”, manifestó Seigle.
Seigle piensa que en algún momento de la historia, el ser humano se desvinculó tanto de sus raíces con la naturaleza que olvidó por completo el hecho de que la convivencia humana depende de ella. Una vez más, volver a reprogramar pensamiento y aptitud es un gran reto. Y refiriéndose a Puerto Rico, mencionó la contaminación de las playas como uno de los grandes problemas a solucionar y que, sin embargo, por esta mentalidad desvinculada no se logra.
“Pensamos que no importa que las playas estén sucias, ni que el agua natural esté contaminada. Total, ahí está el supermercado para comprarla embotellada”, afirmó la joven, a quien le preocupa seriamente la contaminación de los cuerpos de agua.
Si la naturaleza brinda la vida, conviene agradecer sus bondades, o de lo contrario, no podrá seguir redimiendo a la humanidad. ¡Feliz Día del Planeta Tierra!
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