Por Teresita Heydrich Blanco
Especial Miprv.com
San Juan- El Consejo Renal de Puerto Rico, como parte de sus funciones, se esfuerza en llevar el mensaje de prevención para evitar que los pacientes renales lleguen a tener complicaciones que impliquen el tener que someterse a tratamientos más agresivos, como diálisis.
Por eso, entre los servicios que ofrecen a la comunidad, figura la elaboración de informes sobre la epidemiología e investigación, para trabajar con indicadores sociales que apunten hacia factores de riesgo y conduzcan a identificar áreas de mayor necesidad.
Según Ángela Díaz, directora ejecutiva del Consejo Renal de Puerto Rico, “estos estudios cuentan con la utilidad de permitirnos saber cómo se trabajan las necesidades de los pacientes en sus distintos estadios de enfermedad, desde el 1 hasta el 4, y esto es importante para poder adelantar esfuerzos de prevención primaria”.
Trabajar en una intervención a etapas tempranas ha resultado ser de suma necesidad para la población de pacientes, ya que, de acuerdo a Díaz, un 50 por ciento de los enfermos llegan a un estadio tardío, en el cual precisan ya de un tratamiento de diálisis, sin haber consultado nunca con un nefrólogo, un especialista que resulta de extrema importancia para lograr prevenir que un paciente llegue a tener complicaciones.
Díaz atribuye este dato a dos razones en concreto, “o el referido al nefrólogo no llega o llega demasiado tarde”.
No obstante, a nivel comunitario, el Consejo Renal realiza esfuerzos titánicos para lograr que la prevención sea la primera línea de intervención con los pacientes renales.
“Trabajamos clínicas de cernimiento a nivel comunitario que son gratis. Montamos laboratorios en la comunidad, en los cuales se toma la presión sanguínea, se llevan a cabo pruebas de glucosa y un urinálisis completo que determine si hay pérdida de proteína en la orina. También, se analizan los niveles de albumina y creatininina. En estas clínicas atendemos entre 500 a 1,000 personas anualmente, completamente gratis”, aseguró.
Indicó que el “70 por ciento de los pacientes que llegan a diálisis o etapa terminal son diabéticos”.
La segunda causa de diagnóstico es la hipertensión.
El área este de Puerto Rico ha sido identificada por el Consejo Renal como una de las más desprotegidas en cuanto a servicios y donde se diagnostica un mayor número de casos de diabetes.
La labor educativa y de orientación del Consejo Renal de Puerto Rico abarca todas las etapas de la enfermedad.
“Desde una primera etapa, en la cual a través de las pruebas realizadas en nuestra clínica le damos un alerta de que podría estar sufriendo de una insuficiencia renal, hasta referidos que le permitan un acceso directo a un diagnóstico temprano. A la misma vez, proveemos las herramientas necesarias para que se prepare en caso que necesite un tratamiento sustitutivo como es la diálisis, mediante un servicio de acompañamiento que abarca todo el proceso, desde los estadios tempranos hasta que llega la etapa de diálisis”, explicó.
Incluso, una vez reciben el tratamiento, les proveen a los pacientes otros servicios, indicó.
Entre estos servicios, figuran las alternativas de rehabilitación emocional, como es el caso de los talleres de arte, “para que sepan que a cambio de las pérdidas, también pueden obtener ganancias, y para que puedan adaptarse a un nuevo estilo de vida”.
Entre las áreas de atención al paciente, figura un servicio de farmacia en el cual se le despacha al menos un medicamento gratuito, entre los inmunosupresores con los cuales se trata a los pacientes renales.
Ofrecen servicios a toda la población de Puerto Rico, incluyendo Vieques y Culebra, y de forma muy esmerada a una población que merece una atención especial, la población pediátrica.
“Existe una sola unidad pediátrica de diálisis en Puerto Rico, la cual se ubica en el Hospital Pediátrico de Centro Médico. Por esa razón, trabajamos bien de cerca con una población que debe dializarse tres veces en semana, y viajar hasta San Juan, en muchas ocasiones, de pueblos alejados, como puede ser Utuado, por citar un ejemplo”, manifestó.
Según Díaz, “estos niños deben venir tres días a la semana a San Juan a someterse a cuatro horas de tratamiento, en el que terminan, en muchas ocasiones, descompensados, para luego regresar a sus hogares el mismo día”.
“En esta población, la experiencia social de aprendizaje en una escuela se ve seriamente afectada. Y esta condición de salud no termina en unos meses, si el niño no logra un trasplante, el tratamiento debe continuar de por vida”, añadió.
Estadísticas
La enfermedad renal en Puerto Rico contó con 1,360 casos nuevos diagnosticados en 2015, para un equivalente a 37 personas por cada 100,000 habitantes. 5,651 pacientes recibieron diálisis, y la mortalidad continuó siendo elevada, con 1,007 casos para el citado año, pese a que el número fue menor a 2014, año en el cual se reportó la cantidad de 1,083 casos.
La prevalencia o frecuencia con la que es diagnosticada esta enfermedad en la población puertorriqueña es de un 71 por ciento. Estas estadísticas son las más recientes ofrecidas por el Consejo Renal de Puerto Rico. El próximo mes de agosto publicarán las cifras equivalentes al pasado año 2016.
Para más información sobre los servicios que ofrece el Consejo Renal de Puerto Rico pueden visitar su página web www.consejorenal.org, llamar al (787)-775-1500 o acceder su página de Facebook Consejo Renal de Puerto Rico, Inc.
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